¿Te acordás hermano que el año pasado estuviste apático a la seguidilla de elecciones (locales, provinciales y nacionales) en las cuales surgieron las actuales autoridades? ¿Te acordás que más de una vez, cansado de ir a votar, dijiste o pensaste que no te interesaba la política?
¿Te acordás hermano que no te esforzaste en entender la norma electoral santafesina que reemplazó a la ley de lemas? ¿Te acordás cuánto se insistió para cambiar la ley?
¿Te acordás hermano que salvo los candidatos locales, no sabías casi nada de los hombres y mujeres a los que votaste para que te representen en la Legislatura provincial y nacional?
¿Te acordás hermano qué proyectos te interesaron de los candidatos a los que les diste tu voto? ¿Te acordás por qué los votaste?
¿Te acordás el nombre de los seis concejales de tu ciudad? ¿Sabes quién es el senador de tu departamento? ¿Te acordás qué cargo ocupa hoy el ex gobernador Jorge Obeid?
¿Te acordás hermano…?
Acordate.
Haciendo memoria es más fácil entender por qué suceden algunas cosas por las cuales después vienen los lamentos.