Hace más de dos décadas un grupo de firmatenses, preocupados por la aparición de chicos en situación de vulnerabilidad, decidió crear un espacio de contención: El Hogarcito. Tiempo más tarde, por orden de la justicia, se los dividió por sexo –en casas diferentes-. A lo largo de estos años, la institución ha albergado a cientos de niños y niñas, los cuales han tenido la posibilidad de in-sertarse socialmente.
Recientemente, el hogar de varones dejó de funcionar por falta de niños. Esto generó que las actividades de la institución se centraran en la propiedad –que en un momento era exclusivamente de nenas- de calle Corrientes. Sin embargo, la comisión directiva sostiene ambos inmuebles y al personal encargado de los mismos.
Ante este panorama, desde la entidad llamaron a una conferencia de prensa para brindar algunos detalles acerca del presente del Hogarcito. Allí, Myriam Berrini, Elida Calatraba y Miguel Garrofé, informaron la situación y dejaron abiertos algunos interrogantes.
“Se decidió cerrar el Hogar (de varones) porque no había chicos, de todos modos todavía estamos pagando la luz y sosteniendo el edificio. Quedaba un solo chico, hermanito de un niño que está en calle Corrientes y entonces decidimos agruparlos en esta última”, explicó Calatraba.
Sumado a ésto, planteó: “Los chicos están, lo que pa-sa que no están en el Hogar. Hay casos puntuales que los conoce todo Firmat, también todo Firmat los protege. Esos chicos no quieren estar en el Hogar, ellos no toleran normas, horarios y les cuesta mucho respetar límites”.
“El tema es que tampoco quieren estar en la casa. La pregunta para hacernos es por qué quieren estar en la calle. De todos modos acá pueden venir a bañarse, a comer, a hacer cambio de ropa, el Hogar está abierto para ellos. Nosotros le abrimos el Hogar para que lo usen pero si ellos no quieren estar no se puede obligarlos”, amplió.
Pese a este problema, los referentes de la institución también contaron el lado positivo que incidió en que una de las casas no funcione. “Hay chicos que encontraron una familia sustituta”, relataron los tres referentes del espacio.

Interrogantes
Durante el contacto con la prensa local, Berrini, Calatraba y Garrofé, plantearon: “A nosotros no nos preocupa que haya pocos chicos en la casa, nuestra inquietud es que no haya chicos que lo necesiten y no lo estén usando”.
“Ojalá algún día tengamos que cerrar las puertas y decir que no hace más falta. Pero si hace falta úsenlo. Teniendo este espacio no puede haber chicos con hambre o frío en esta ciudad. Además se puede usar como un ámbito transitorio donde los papás los traigan de día y se los lleven de noche. Hay un montón de métodos alternativos”, detallaron.
En esta línea de inquietudes señalaron: “Si los chicos están contenidos en su casa y tienen los elementos básicos para su buen crecimiento, en buena hora. No obstante, la pregunta es ¿Están todos los niños de Firmat en esas condiciones?”.

Convenio con la Provincia
Días atrás, el Hogarcito firmó un acuerdo con el Estado provincial donde éste último se compromete a dar una cápita para la contención integral de seis niños.
Una de las exigencias de los funcionarios santafesinos hacia la entidad local, es que la misma reserve dos lugares a la Dirección de la Niñez “por si en algún momento necesitan enviar algún niño de otra localidad”, comunicaron desde la institución firmatense.