Rural | 17/08/2023
Campaña 23/24
La sequía todavía no se fue
La falta de precipitaciones sigue preocupando a los productores. La recarga de humedad se atrasa y los cultivos de trigo comienzan a sentir el efecto, por otro lado, la recarga también es necesaria para planificar la siembra de maíz que debería estar comenzado durante la primera quincena de septiembre. Al maíz, también se le suma la evolución en el precio de los insumos.
Con respecto al trigo, además de soportar un invierno atípico con temperaturas extremadamente altas, comienza a sentir los efectos de la falta de humedad. “En quince días, 150.000 hectáreas de trigo de la región núcleo pasaron a estar en condición regular. Si bien el 40 % de los lotes aún se conservan en buen estado y un 45 % muy buenos, las lluvias aun no llegaron y con el transcurso de los días los requerimientos del cultivo se incrementan”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Hay un 5 % de los cuadros que ya ingresaron en encañazón y el resto se reparte entre pleno macollaje (80 %) e inicios de macollaje (10 %). Hay lotes en los que comienzan a detectarse signos de estrés hídrico”, agregaron. De acuerdo a la zona, pueden observarse descarte de hojas basales y hasta pérdidas de plantas. “Es importante que llueva durante agosto para mantener el actual potencial de rinde”, resaltan los especialistas, lamentablemente, las precipitaciones pronosticadas para el jueves 17 de agosto, no se concretaron.
Sobre esta situación, el informe de la Bolsa de Comercio indicó que “las esperanzas de recomponer al trigo de la región y que éste no comience a perder potencial de rinde estaban puestas en la lluvia del jueves 17. Sin embargo, la primera quincena de agosto termina con más de lo mismo. Las lluvias no llegaron a la región núcleo”.
Qué pasará con las intenciones de siembra para el maíz, ya que la cuenta regresiva para la fecha de siembra está en marcha. “En general no se reportan cambios respecto a una semana atrás, pero los asesores zonales coinciden en que la superficie maicera está fuertemente condicionada a la evolución de los precios de los insumos, las condiciones climáticas y otros factores económicos”, indicaron desde la BCR.