Créditos de imagen: prensa de Náutico de Melincué.

El fin de semana solo se jugaron solo dos encuentros en la Zona 2 de la Primera B de la Liga Venadense de Fútbol. Uno de ellos fue protagonizado por Náutico (Melincué), que enfrentó como local a Ciudad Nueva, en el marco del duelo pendiente de la quinta fecha de las revanchas.

Allí, ocurrió un hecho insólito y que habría que recurrir a una larga lista de historiadores deportivos para que indaguen en su material de archivo y encuentren un caso similar en el sur santafesino: en un mismo partido, cuatro jugadores pasaron por el arco de Náutico.  

A los diez minutos se desgarró Rodrigo Benítez y tuvo que ser reemplazado por Nahuel Pellegrini, el arquero suplente, quien luego tuvo que dejar la cancha, tras un golpe contra el palo de su propia valla. Todo esto ocurrió solo en la primera mitad del encuentro.

Ya en la segunda parte, llegó el turno de los jugadores de campo, haciendo las veces de arquero. Primero, Ulises Sosa fue al arco, pero luego se iría expulsado debido a que en una contra tomó con las manos la pelota fuera del área.

Finalmente, fue Martín Otazu quien se puso los guantes ante el final del partido, convirtiéndose en el cuarto jugador en atajar en el mismo partido para el Lagunero.

Fue 2 a 1 a favor de Ciudad Nueva con goles de Rinaudo, mientras que Maidana había marcado el transitorio empate en uno. Todos ellos en el primer tiempo, es decir, los goles fueron anotados a los habituales arqueros del equipo lagunero.

Si bien el resultado no fue favorable para los laguneros, y la tarde fue algo accidentada, en unos años, la historia formará parte del relato habitual en cada reunión grupal de los actuales jugadores y cuerpo técnico.