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Educación | 20/11/2021
Por Micaela Pellegrini Malpiedi
Efecto mariposa: el aleteo contra la violencia de género
Las hermanas Mirabal: Minera, Patria y María Teresa fueron tres mujeres que nacieron en República Dominicana durante la primera mitad del siglo XX. Esa condición tiempo-espacial las condicionó a vivir dentro del régimen totalitario de Rafael Leónidas Trujillo, un militar comandante de la Guardia Nacional que, desde dicho cargo, brindaba servicios hacia los Estados Unidos.

Trujillo fue presidente durante 31 años (de 1930 a 1961), tres décadas en las que gobernó condenando, reprimiendo y asesinando a todos/as aquellos/as que se manifestaran en contra de su poder. De exuberante personalidad, el dictador llegó a rebautizar la ciudad de Santo Domingo por el nombre de Ciudad Trujillo y entre sus actos más terroríficos se encuentra la Masacre del Perejil. Una jornada en la que se ordenó el asesinato a los/as inmigrantes haitianos que habitaban la Isla.


Como parte de la sociedad dominicana que se nombraba opositora a Trujillo, se encontraban los Mirabal, una familia compuesta por un matrimonio y cuatro hijas perteneciente a Salcedo, un municipio ubicado en el Valle del Cibao. Contando con un significativo capital económico y cultural se declaraban contestatarios del régimen, especialmente las hermanas Minerva y María Teresa, quienes, desde los años 50’, formaban parte del activismo político “Las Mariposas”. Desde ese lugar, las jóvenes buscaban derrotar a dicho gobierno, por lo que, durante varias ocasiones habían vivenciado el encarcelamiento, violaciones y torturas en manos de los dictadores. De este modo, estas mujeres se convirtieron en símbolo de resistencia femenina, en tiempos en donde la política, no solo era cuestión de varones, sino también inconstitucional.

Finalmente, luego de una secuencia de amenazas y advertencias, un 25 de noviembre de 1961, Minera, Patria y María Teresa, fueron víctimas de un encarnizado asesinato. Fueron ahorcadas, apaleadas y lanzadas al barranco dentro de un Jeep con la intención de fingir un accidente automovilístico. “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte” (BBC Mundo. Consulta el 25 de noviembre del 2019.


En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42060899) habría anunciado Minerva, antes de su asesinato en manos del propio Estado.

Este hecho tomó una magnitud extraordinaria para la sociedad dominicana. Desde hacía tiempo se venía denunciando el accionar de Trujillo, mas la fuerza popular no era suficiente para destituirlo. El caso de las mariposas, resonó con vehemencia hasta constituirse en símbolo de lucha femenina y reivindicación social, siendo el desencadenante el asesinato del dictador durante la jornada del 30 de mayo de 1961.

Con el paso de los años, el símbolo de lucha y reivindicación que interpelaba el caso de las Mirabal traspasó fronteras. En efecto, otro 25 de noviembre, pero 20 años después del triple crimen, se realiza en la ciudad de Bogotá el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe. Durante dicho encuentro, la agenda marcaba como tema significativo el sistema de desventajas que sufren las mujeres con respecto a los varones. Entre ese abanico de inferioridad generizada la violencia hacia las mujeres tomó conceptualización propia:

Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada (https://escriturafeminista.com/2017/11/24/25-11-mariposas-contra-la-violencia-de-genero/)

Considerando como actos coercitivos no solo el maltrato físico, sino también el psicológico, económico, simbólico, institucional, político, entre otros, los nombres propios de las Mirabal resuenan con significancia en el aniversario de sus asesinatos. Como resultado del encuentro, la ONU declaró el 25 de noviembre de 1993 como el “Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la mujer” en homenaje a Minera, Patria y María Teresa, víctimas de violencia institucional en donde el propio Estado fue el violador y femicida.

Ahora bien, 30 años de elegir una fecha del calendario para sensibilizar sobre la violencia hacia las mujeres, las cifras no son alentadoras. De acuerdo a un relevamiento impulsado durante el año 2016 desde el colectivo Ni Una Menos, las violencias en cifras dicen que de 59.380 mujeres, un 47 % ha sufrido violencia económica; el 48 % padeció violencia contra la libertad reproductiva y el 68 % imposición sexual. A su vez, un 67 % fue víctima de maltrato físico y el 84% de control en la pareja. Además, el 97 % de las encuestadas aseguró haber sufrido acoso en espacios públicos y privados y el 77 % sufrieron violencia obstétrica (https://escriturafeminista.com/2017/11/24/25-11-mariposas-contra-la-violencia-de-genero/).

Finalmente, otro noviembre que nos encuentra en una sociedad marcada por el signo de violencia en general y de violencia de género en particular. Los femicidios como último eslabón de una violencia sistematizada hacia las mujeres por el hecho de ser mujeres se concretan cada 32 horas dejando en off site la batería de leyes y demás normativas constitucionales que se sancionan para dar amparo a un odio generizado al que se le seguirá dando batalla, por Minerva, María Teresa, Patria y todas las mariposas que al día de hoy son violentadas, discriminadas y asesinadas.

Periodista/Fuente: Por Micaela Pellegrini Malpiedi | Profesora, Licenciada y Doctora en Ciencias de la Educación (UNR-ISHIR/CONICET)
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