Firmat, sábado, 20 de abril de 2024
Edición Digital Nro: 948
 

Archivo | Busqueda avanzada

Rural | 08/06/2021
Informe del SENASA
Recomendaciones para evitar la triquinosis

Diagnosticada en Argentina por primera vez en 1898, la trichinellosis, también conocida como triquinosis, es una enfermedad transmitida por alimentos (ETA) y una zoonosis parasitaria endémica en nuestro país. En ese sentido, el el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), recuerda pautas y precauciones para la crianza de cerdos, elaboración de productos de origen porcino y la caza de animales silvestres.

Las personas se enferman al consumir carne insuficientemente cocida o productos sin cocción, elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres como el jabalí o el puma, que contienen en sus músculos larvas de parásitos del género Trichinella. Una vez que las personas ingieren productos que contienen larvas, éstas se liberan en el estómago, continúan su ciclo en el intestino y luego de reproducirse, migran por el torrente sanguíneo hacia los músculos, donde se alojan, pudiendo provocar fiebre, diarrea, hinchazón de párpados, vómitos, picazón en la piel, dolores y dificultades motrices.

Esta enfermedad, de fuerte impacto en la salud humana, tiene un cuadro clínico muy variable, que puede ir desde una afección asintomática hasta una enfermedad mortal, dependiendo del número de larvas ingeridas y del estado inmunológico del huésped. La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo es destinada tanto al autoconsumo como a la distribución y comercialización de productos porcinos elaborados de forma casera o artesanal. “Como en este proceso se utilizan carnes sin cocción, los chacinados, embutidos y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad”, explicó la veterinaria del área de Zoonosis de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa, Tatiana Aronowicz,

Quienes elaboren chacinados a partir de carne cruda de cerdos o de animales silvestres, deben verificar previamente que esta materia prima sea apta para consumo humano. Para ello, deben remitir una muestra de carne para que sea analizada en un laboratorio, en Firmat, las muestras pueden realizarse en la Clínica del Pilar.

Es muy importante recordar que la salazón y el ahumado no matan al parásito, tampoco la cocción en microondas ni el congelado, por lo que estos productos deben prepararse siempre con carne que resulte negativa a la prueba diagnóstica.

La muestra para el diagnóstico en cerdos se debe extraer del diafragma (entraña) ya que es el músculo, junto con la lengua, donde hay mayor densidad larvaria y por ende, mayor probabilidad de hallar larvas. En animales silvestres, la muestra también se obtiene del diafragma, pata delantera, lengua o masetero. En todos los casos, debe pesar alrededor de 40 g, ser refrigerada hasta su envío al laboratorio y nunca debe congelarse.
Por ningún motivo se deben consumir o comercializar estos productos hasta confirmar que el diagnóstico de la muestra resulte negativo a triquinosis.
Si el resultado fuera positivo, el laboratorio avisará al Senasa por tratarse de una enfermedad de notificación obligatoria quien, una vez informado, tomará las medidas necesarias para evitar que la enfermedad se transmita a las personas.

Condiciones de crianza

La ocurrencia de esta enfermedad en los animales se ve favorecida por la crianza de cerdos en condiciones higiénico-sanitarias que suponen riesgo, como la presencia de roedores y/o acceso a basurales. “En esta situación, aumentan las posibilidades de que se inicie el ciclo de transmisión: los cerdos ingieren larvas de parásitos que se encuentran en roedores o cadáveres, estas ingresan al organismo donde completan su ciclo, se reproducen y migran hasta alojarse en los músculos de los porcinos”, indicó la veterinaria de la Coordinación de Agricultura Familiar del Senasa, Mariana Barros.

Es importante destacar que los cerdos parasitados no presentan signos de enfermedad ni su carne muestra cambios en su aspecto, color, olor o sabor, por lo que la triquinosis no puede evidenciarse a simple vista en el campo ni en los productos alimenticios derivados. Dado que no existen vacunas ni tratamientos para administrar en el animal vivo, “las medidas de prevención consisten, principalmente, en mantener la higiene durante la crianza de los cerdos y realizar una prueba diagnóstica luego de la faena y antes de la preparación y consumo de chacinados”, sostuvo el veterinario de la Coordinación de Agricultura Familiar del Senasa, Fabricio Chaar Letourneau.

Periodista/Fuente: SENASA
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales y no deben ser atribuidos al pensamiento de la redacción de El Correo de Firmat. Los comentarios pueden ser moderados por la redacción.