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Interés General | 20/09/2020
20 de septiembre
Día de los novios: La piba del horóscopo

Para muchas personas el horóscopo es algo que no tiene importancia ni influencia en sus vidas. Para decirlo bien claro: no creen en este tipo de cosas. Yo tampoco creía antes de conocer a la piba del horóscopo. Ella lo leía todos los días, hablaba todo el tiempo de la rotación de la luna, de los vientos. Su vida giraba en torno a las luces que le proponían los astrólogos. A mí me costaba entender. No sabía si me estaba hablando del clima o de los semáforos. Ella también hablaba de aprovechar los astros favorables, hasta tomaba los recaudos de cuidarme cuando las predicciones no eran buenas.

Siempre quiso hacerme formar parte de ese mundo mágico en el que ella vivía. A menudo decía: “La verdad no sé cómo, pero siempre te tira la posta”. Lejos de acercarme a sus ideales, mantuve firme mi postura de que sólo era un respaldo a la autoestima. Hasta utilizaba el tema para reírme de ella o hacerle chistes. 



Tiempo después, en una mesa de café, fue tal su convicción que logró que me ganara la curiosidad. Leí mi signo del zodiaco. Lo que decía de “Virgo” no era para nada alentador. Los vientos no iban a soplar en buena dirección. Inmediatamente le mande un mensaje a ella para contarle lo que había leído. Después de tanta risa había caído en su juego. La piba del horóscopo se mantuvo distante, casi no me hizo observaciones.

La consulta se empezó a volver costumbre, empecé a creer, a darle importancia a la posición del sol, a los colores de sus amistosas luces. Sin embargo, a ella no le importaba mí interés. Una noche hablando sobre una leve mejoría en mis constelaciones, me confesó su cansancio por mis repetidos mensajes de malas posiciones planetarias. Me dijo que no le cuente más nada. Al parecer sus vientos ya no soplaban con la misma intensidad de antes. Ahí fue cuando entendí todo.

Ella no sabía mucho de astrología, pero cuando sus cartas se jugaron arriba de mi mesa no vi su luz verde. Cuando me di cuenta de todo, su signo ya había dejado de ser compatible con el mío. 

Periodista/Fuente: Manu Carreras
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