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Deportes | 27/05/2020
Historias de compromiso y pasión - Parte 3: Patín | Mariana Tadich (17 años)
“Es imposible olvidar cuando cantamos el Himno Nacional y nuestra bandera subió a lo más alto”
Desde muy pequeña, Mariana Tadich forjó un vínculo muy especial y estrecho con sus patines, manteniéndose en el tiempo, y a pesar de su corta edad, permitiéndole recorrer distintos lugares del mundo y hacer del deporte una historia de compromiso y pasión.

Actualmente, más enfocada en culminar sus estudios secundarios y con menos viajes de por medio, la joven patinadora del Club Argentino charló con El Correo, recordando sus experiencias mundialistas con Millennium y resaltando distintos aspectos que aprendió gracias a la práctica de la disciplina.

“Frente a un cambio de vida repentino, el planeta entero asume nuevos retos”, reflexionó Mariana en el arranque de la conversación, en relación al momento que nos toca vivir socialmente y cómo atraviesa sus días en cuarentena.

“Sé que existe esa motivación tan particular de todo deportista en situaciones adversas, en donde el deporte salva vidas, resalta la dignidad humana, dándole un sentido a la existencia y se convierte en un estilo de vida y pasión”, remarcó.

Pero confesó que está “acostumbrada a entrenar todos los días y a gastar mucha energía”, y que ahora “solo poder hacer el entrenamiento físico, y a veces pasear en patines por mi casa, se hace difícil”.

Dándole un enfoque emotivo y volviendo el tiempo atrás unos años, Mariana relató en primera persona que significó para ella, a su corta edad, poder representar al país y Firmat en los Mundiales de China (2017) y Francia (2018).

“Recuerdo que en mi primer mundial transité momentos de mucho nerviosismo. Entre tantas emociones, miedos, compromisos, me pasó que los meses previos al viaje, cuando llegaba a los entrenamientos ‘vomitaba’… era ‘algo’ que no podía controlarlo”, confesó Mariana, contextualizando su primera participación y la presión que sintió de ir a un Mundial con solo 14 años de edad.

“Mis padres hicieron consultas médicas, y de repente hice un click, cuando el médico que me hizo una ecografía de abdomen, me dijo: ‘lo tuyo es un poco de miedo’”, recordó, respecto a la dimensión del momento previo y lo que representó para la deportista adolescente.

“Llevé saquitos de té de tilo repartidos en todos los bolsos por las dudas que me los quitarán en los aeropuertos. Fue mi bebida diaria previa a la competencia”, contó Mariana, y detalló que “además les proveía a muchas compañeras que empezaron a tener los mismos síntomas”.

Luego de contextualizar y exponer distintas circunstancias complejas por las que atravesó, Tadich manifestó que “la experiencia de ser bicampeona mundial en el deporte que elegí fue lo máximo que puede aspirar todo deportista”.

“Es imposible olvidar cuando cantamos el Himno Nacional y nuestra bandera subió a lo más alto”, relató, y agregó: “No te entra el corazón en el pecho”.

Acercándonos al final del diálogo, la deportista local sostuvo: “El patín me ayudó en el desarrollo de mi personalidad, y a la hora de sociabilizarme”.

“Soy agradecida de todas las cosas que me dio este deporte, por mi formación y experiencias, por las luchas, esfuerzos y sueños conseguidos, por la gente que conocí y por los lugares que recorrí”.

Cerrando la charla, y ante los interrogantes de metas y objetivos, la bicampeona mundial expresó que “hoy la práctica del deporte es para mí un hobby”.

Mariana, que en 2019 dejó de competir con Millennium por decisión propia, siempre agradecida de su formación a través del deporte, mencionó que lleva adelante su pasión con mayor tranquilidad y priorizando la finalización de sus estudios secundarios, previo a la etapa universitaria.


 
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