La información es oportuna, y basada en evidencia es la mejor vacuna contra los rumores y la desinformación.

Sábado 4 de abril.  El primer caso positivo de coronavirus en Firmat fue confirmado por las autoridades sanitarias de la ciudad y de la Provincia, las mismas que día a día expresan recomendaciones y buscan la manera de brindar información y sugerencias para hacer entender a la ciudadanía la importancia de quedarse en casa para cuidar la salud propia, de familiares y de ajenos. Una pandemia, tal cual lo expresan los expertos, es una enfermedad u otra afección de salud que se desarrolla en todo el mundo, y suele afectar a una parte considerable de la población.

Por lo tanto, como firmatenses, según relató en varias oportunidades el Dr. Ramiro Huber (integrante del equipo de Ministerio de Salud de Santa Fe), no estamos exceptuados de esta situación.

Hasta ahí el mensaje de los profesionales de la salud es clarísimo, y en cierto punto, un alto porcentaje de los ciudadanos lo entendió y cumple al cien por cien con el aislamiento social, preventivo y obligatorio impuesto por Alberto Fernández.

Sin embargo, hay cuestiones que no están claras aún, y ponen en evidencia distintos males que nos afectan como sociedad. Tras confirmarse el primer caso en Firmat, los grupos de WhatsApp y redes sociales empezaron a contagiarse de otra grave enfermedad social, el hablar por hablar, más conocida como: chisme.

Tal es así, que un vecino de la ciudad tuvo que salir a desmentir a través de sus redes sociales (Facebook e Instagram) un audio junto con una imagen que circulaban de su persona.  

“Lamento tener que salir aclarar esto”, comenzó el relato público de Matías.

“Si quieren saber un poco, viajé con mi abuelo y treinta personas en el colectivo de Pache tour a Camboriú (Brasil) del 24/2 al 4/3, y de ahí en más, siempre estuve en Firmat”, expresó con indignación el joven firmatense, que a raíz de la viralización de su imagen y un audio de una mujer que lo apunta como posible caso positivo de coronavirus, salió a contar la grave situación por la que se vio expuesto en las últimas horas.

“El audio da a entender que vine de EE. UU., fui a Rosario y estuve con una persona que supuestamente es un caso de covid-19”, aclaró Matías, y agregó: “Estoy cumpliendo la cuarentena con mi familia y gozo de perfecta salud”.

“Este es mi mejor compañero de viaje”, cerró el posteo el joven de 25 años, que entre indignación y malestar, ilustró el relato con fotos junto a su abuelo.

Lamentablemente, a pesar de su desahogo en las redes sociales, no es suficiente para afrontar el mal momento que le toca vivir a él y sobre todo a su familia.

Lo que anoche le pasó a Matías y su familia, mañana le puede pasar a la tuya, y una vez que entra en el circuito de redes sociales, no tiene fin. La educación de redes sociales es algo que aún no se debate, y debería ser vital para los días que corren, pero ese es tema para otro momento.   

Hoy, mientras tanto, desde El Correo, hace varias semanas atrás, iniciamos una campaña de profesionales de medios de comunicación, en la cual proponemos otro tipo de responsabilidad, en dos simples pasos:

• NO COMPARTA INFORMACIÓN SIN CHEQUEAR
• NO HAGA CIRCULAR WHATSAPP ANÓNIMOS 

      #ViralicemoslaResponsabilidad