Interés General | 18/09/2019
La joven firmatense escribió en sus redes sociales las sensaciones que siente a 365 días de la operación que le cambió la vida para siempre
El conmovedor mensaje de Nara a un año de volver a vivir
La vida de Nara tiene dos partes. La segunda, que llegó por obra del destino, se inició hace un año con el trasplante de hígado que milagrosamente le dio una nueva oportunidad.
Este texto emocionante, sincero y lleno de amor, compartió Nara Del Grecco en sus redes sociales relatando la experiencia que le transformó para siempre su forma de vivir y pensar la vida.
“17/09/19: A los 26 años un 17/09/18, exactamente un año atrás, me salvaron la vida colocándome un hígado de una donante puntana. El diagnóstico: Peliosis Severa.
Que contradicción no? Una vivió y otra murió, así de simple, así de duro. Fueron meses interminables, 5 operaciones que derivaron en una sexta, el trasplante. Ni contar el tiempo que me llevo volver a caminar y poder movilizarme por mis propios medios. Puse en pausa mi vida entera, me entregué de lleno a lo que el destino puso en mi camino, me enfoqué en mi recuperación y la chica que ven en la última foto es lo que conseguí tras meses de perseverancia, de no bajar los brazos, de dolor, de noches eternas sin dormir, llantos sin consuelo, de preguntas como: por qué a mi? Cuando me dieron el alta pesaba 32 kg, no podía mantenerme parada, me agitaba para hacer 5 pasos seguidos, hoy llevo casi 46kg. Resulta que nadie está preparado para estas cosas, no nos preparamos mentalmente para lo malo, por eso es importante aprender a sacar siempre de lo malo un cachito de bueno. Y freno un rato acá para hablar de la RISA; fue la que convivió siempre conmigo, con dolor, sin dolor, viendo el sufrimiento de las personas que me quieren, viendo como había dejado un montón de cosas atrás y que la mayoría no fueron iguales cuando me desperté y ahí venía la rabia, la desesperación..pero la risa siempre firme, porque sana, te hace estar en paz. Una persona sonriente transmite buenas energías y era justo lo que necesitaba!
Vivimos tan al palo, preocupándonos y sufriendo por cosas tan chiquitas que cuando algo nos toca tan de cerca ahí valoramos lo realmente importante, entonces pienso: casi me muero, a qué le puedo tener miedo?
Estuve intubada sin poder respirar por mi misma. Enchufada a una cantidad impresionante de aparatos, inmóvil en esa cama por tanto tiempo..Me aferré a los sueños, porque soñar que uno puede más es tan hermoso. Si yo no soñaba en esa cama del sanatorio no salía!
Y es que vivimos en nuestro mundo metidos en nuestras cosas y nos descuidamos de prestar atención a lo simple!
Por eso hay que soñar mucho, vivir más y morir de risa!! AMARNOS y AMAR LA VIDA”.