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Deportes | 20/06/2018
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida
Todo a pulmón
Desde hace unos meses, el equipo de vóley masculino de Argentino, con mucha dedicación y pasión, está construyendo su propia cancha en el Galpón de la Villa Deportiva.
Al no encontrar su espacio físico para entrenar en los gimnasios céntricos, los chicos del vóley del Club Argentino tomaron la decisión de repatriar y volver al mítico Galpón de la Villa Deportiva.

Luego de varias charlas entre ellos, en abril de este año, decidieron comenzar con un sueño que dentro de muy poco será realidad.

Leonel Zurita y Santiago Lucero, integrantes del equipo cuevero, se acercaron a la redacción de El Correo para dialogar y detallar el trabajo que vienen realizando en el mítico Galpón de la Villa.

“Esto arrancó a fin del año pasado, cuando terminó el campeonato. Más allá del balance positivo en lo deportivo, teníamos un déficit, que era el espacio físico para entrenarnos”, expresó Leonel, respecto a cómo surgió la idea de volver a la Villa.

“La mayoría iniciamos vóley en la Villa. Entonces fue la primera opción, ver cómo estaba el lugar para poder llevar adelante nuestra idea”, continuó Leo.

“Queríamos encontrar nuestro lugar. Darle una identidad a un espacio que sea para nosotros”, agregó Santiago.

Ante el desafío asumido, Santiago Lucero contó: “Sabíamos que no era para nada fácil. Es un galpón muy grande y había que hacer un montón de cosas. Pero, de a poquito, empezamos a laburar, hicimos un trabajo de hormigas”.

“Cada uno fue aportando algo. Fuimos paso a paso, siendo muy meticulosos en las decisiones, que siempre las tomamos en conjunto”, siguió el Colo.

Tras varios diálogos, los chicos decidieron hacer el piso de la cancha de madera, Leonel explicó cómo fue ese proceso: “El antiguo piso de la cancha era imposible recuperarlo, el paso del tiempo desgastó las placas y era muy peligroso. Analizamos muchas posibilidades, pero por una cuestión de que lo podíamos hacer nosotros, terminamos decidiéndonos por el piso de madera”.

“Si bien en el comienzo recibimos una ayuda económica, el resto salió de nuestro esfuerzo para recaudar dinero, y de nunca bajar los brazos por nuestro sueño”, aclaró Zurita, en referencia a cómo fueron llevando adelante el proyecto.

Cada integrante del equipo trabaja y tiene sus responsabilidades laborales, cada uno debió acercarse a colaborar en sus ratos libres y priorizar en la puesta en escena del estadio. “En los últimos meses pasamos más tiempo en la Villa que en nuestras casas. Muchos de nosotros volvíamos a nuestras hogares solo para descansar”, narró Leonel.

Nostálgicos pero con una meta por cumplir, Santiago y Leonel contaron sus sensaciones y lo que les sucedió al volver a una vieja casa, donde vivieron muchas cosas y vivirán aún más. “Personalmente fue bastante fuerte. Cuando entré al galpón y me encontré con las marcas en la pared, con la altura de lo que saltábamos… se me vinieron personas, lugares, momentos vividos, que fueron fundamentales para juntar fuerzas y decir: Quiero volver a revivir este lugar”, expresó Santiago.

Por su parte, Leonel declaró: “Hoy, después de varios meses de laburo, cuando se abre el portón para empezar a hacer algo, nos quedamos mirando la cancha y contemplando. Es como estar enamorado, me siento en la tribuna y disfruto del paisaje”.
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