Cultura | 17/03/2018
Por Ana Laura Aguero
La búsqueda
Esta semana, en la página de escritores locales de El Correo, se desarrolló el volumen II de "Palabras de Mujer". En esta oportunidad, publicamos un cuento de la docente Ana Laura Aguero.
La búsqueda Verino, parecía viejo, cansado, gris, con la mirada perdida quien sabe donde, caminaba lento y pausado como si a cada paso dejara un poco de vida. Desde que tuvo el accidente andaba con dificultad, su andar no era como antes, caminaba, caminaba buscando la mirada de ella. Una llovizna gris envolvió la ciudad y lo obligó a refugiarse en la entrada cubierta del Hotel “Alvear”, a un señor que leía el diario, le llamó la atención esa mirada, como así también la actitud de contínua búsqueda de Verino. Pero él, sin que nada lo perturbara, apenas paró de llover, siguió caminando, cruzando calles, lugares que le resultaran conocidos y a la vez le producían cierta nostalgia, porque lo habían recorrido juntos. De pronto: un edificio gris, chato y sombrío llamó poderosamente su atención, aminoró sus pasos y se paró justo frente a la única ventana que estaba abierta, se estiró todo lo que pudo, se apoyó en unos ladrillos que sobresalían de la pared y ahí la vio, un frío helado recorrió su cuerpo, sus miradas se encontraron, pero ella, no lo miraba, estaba como distraída y se preguntó: “¿Qué le pasa que no me reconoce?” Pensó: “Si pudiera entrar seguro que me reconocería”, pero ella seguía igual, a su alrededor había otras personas pero tampoco se comunicaban con ella “¿Qué pasó, ahora que la encontré no me reconoce?” Una ráfaga de viento abrió la ventana y ella se dio vuelta rápidamente, un rayo de luz iluminó su mente oscura y confundida, entonces gritó alegremente: - Verino, Verino ¿Qué hacés aquí? ¡Estás todo mojado! ¡Pasá, pasá! De un salto atravesó la ventana y se acurrucó en su falda, con mano temblorosa y vacilante le acarició la cabeza, pero otra vez en su mente volvió la oscuridad y quedó con la mirada perdida, justo cuando entraba la enfermera y y decía: - Abuela, abuela, ya le dije que perros aquí no quiero. Entoncés Verino, asustado salió corriendo. Afuera había comenzado a llover nuevamente...Ana Laura Agûero
Mención especial del Concurso Literario realizado en noviembre de 2001,
organizado por la Municipalidad de Firmat y el Taller Literario de “Poetas y de locos”.