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Actualidad | 19/09/2017
Sanatorio Firmat
La alimentación es un pilar de belleza y salud
Faltan pocos días para el verano y comenzamos a notar partes de nuestro cuerpo (la pancita, el famoso flotador, etc) que no nos gustan. Esto nos pone de mal humor y en muchos casos nos lleva a tomar medidas incorrectas para solucionarlo. Para evitar acciones erróneas e insalubres quiero brindarles algunos consejos que sirven para no cometer errores en el tiempo donde decidimos deshacernos de esos kilos de más.
Para comenzar, debemos saber si tenemos o no kilos de más. En caso de tenerlos es importante saber cuántos son y en qué zonas de nuestro cuerpo se localizan, ya que estas dos variables van a determinar si además de lo estético esos kilos nos pueden ocasionar problemas de salud.
Realizando un simple cálculo puedo saber si mis kilos son muchos o pocos y lo averiguo de la siguiente manera: dividiendo mí peso corporal, por ejemplo 80 Kg, por mí altura al cuadrado. Si mí altura es de 1,60 metros el cuadrado es de 2,56, obteniendo en este caso un valor de 31. Si en un caso en particular el valor que obtuve da entre 19 y 25 estamos frente a una persona de peso corporal normal, entre 25 y 29 estamos frente a un sobrepeso y si esa cifra como en el ejemplo anterior supera los 30 es diagnóstico de obesidad.
Hay otra variable a tener en cuenta y es la medida de la cintura: si en la mujer mide más de 80cm y en el hombre más de 102cm, sumado al componente estético, esta distribución del peso trae aparejado riesgos graves para la salud como infartos, diabetes o hipertensión arterial.
Una vez que conocemos nuestro estado de situación debemos saber qué medidas poner en práctica para revertir nuestro problema. Si nuestra ecuación nos dio entre 19 y 25 sabemos que nuestro peso es normal, y que por ende nuestra alimentación es saludable siempre que incorporemos alimentos protectores como son los lácteos (ricos en proteínas y en calcio), carnes preferentemente pollo y pescados, las carnes rojas hay que tratar de limitarlas a 2 veces por semana, estos alimentos son ricos en proteínas y hierro.
No debemos olvidar las frutas y verduras, fuente principal de vitaminas (A y C ) y minerales. Por último un grupo importante lo constituye las legumbres y cereales como vehículo principal de energía ya que son ricos en hidratos de carbono y fibras.
En el caso de que nuestra ecuación nos ubique entre 25 y 29 les recomiendo limitar el consumo de grasas (mayonesa, manteca, aceite) y aumentar en gran medida el consumo de verduras, frutas y lácteos, todo esto acompañado de un mayor nivel de actividad física como mínimo 40 minutos tres veces por semana ya sea en caminata, bicicleta o aeróbico.
Ahora bien, cuando nuestra ecuación está por encima de los 30 el mejor consejo que puedo dar es que concurra al médico para que lo evalúe y en base al diagnóstico le brindara el mejor tratamiento para su caso.
Por último antes de terminar hay algo que no debemos hacer, y esto es el dejarnos seducir por tratamientos inescrupulosos que nos ofrecen terminar con nuestro problema en forma mágica y rápida, entre ellos podemos mencionar las dietas milagrosas pero deficitarias en cuanto a nutrientes y dañinas para la salud (como la del arroz, la del pomelo, la de la luna, etc.). Una mención especial merecen las pastillas mágicas que por lo general son una mezcla de diuréticos, laxantes, anfetaminas, hormonas tiroideas en un mismo comprimido. Por favor, hay que evitarlas: en ciertos casos han llegado a ser mortales.

Dr. Médico Nutricionista Joseph Rony Mat. Nº 13613.
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