A una semana de que hallaran sin vida a Anita Bocci en su domicilio de Chacabuco al 1900 el martes 17, aún no hay datos ciertos respecto a las causas que habrían provocado el deceso y el móvil del crimen. En rigor, al cierre de esta edición, no se conocían los resultados de la autopsia practicada en la Morgue Judicial de Venado Tuerto.
A fines de la semana pasada, fue desmentida la versión que daba cuenta que el cuerpo había sido trasladado a la ciudad de Rosario, para que se le practique una segunda autopsia.

Vale recordar que Bocci, de 90 años, fue encontrada sin vida en el garaje, atada en sus manos y pies y con parte de su cuerpo quemado. En esa oportunidad, personal policial procedió a secuestrar elementos de interés para la causa. Del mismo modo, trascendió que en distintas oportunidades el juez Leandro Martín, a cargo de la causa, se hizo presente varias veces en el domicilio de Chacabuco 1903.
De la investigación surge que la mujer vivía sola y la puerta de ingreso, que no fue violentada, contaba con cerradura interna. Asimismo, dentro del domicilio no se observó desorden, ni faltante de objetos de valor o dinero. Para los investigadores, lo contradictorio de la situación es que si bien el cadáver presentaba claros signos de violencia física, la vivienda de la mujer decía lo contrario.
Consultado si ante estos indicios podría tratarse de alguien allegado a la víctima, el juez Martín señaló: “Es una posible hipótesis. Pero si adelantara algún elemento podría estar perjudicando la investigación”.
Según lo dispuesto por el Juzgado de Instrucción, integrantes de la fuerza de seguridad indagaron no solo a vecinos sino también a grupos de vínculos de la señora. En este último caso, serían personas vinculadas al credo de la Congregación de los Testigos de Jehová, al cual Bocci pertenecía.