El martes 19 de marzo, la Vecinal de Fredriksson convocó a los concejales de la ciudad para que escuchen -de voz de los propios vecinos- reclamos, necesidades, preocupaciones.
A la reunión asistió la mitad de los ediles. Los otros tres no pudieron. O no quisieron. Lo cierto es que no estuvieron.
Ante 30 vecinos, los legisladores presentes (María de los Ángeles Sacnun, Franco Stampone y Sergio Stampone) se comprometieron a realizar una presentación conjunta al Departamento Ejecutivo Municipal de las inquietudes y necesidades de los habitantes de Fredriksson.
Días después de asumido ese compromiso, el Concejo Municipal realizó una sesión extraordinaria para suspender a Quevedo; otra extraordinaria para incorporar a la edil Janina Pellegrini; y una sesión ordinaria donde trataron 57 puntos.
La lista de temas de la primera sesión ordinaria de 2013 incluyó algunos de los problemas de Fredriksson. Sin embargo, los pedidos se plantearon de forma individual. Muchas solicitudes quedaron afuera, no se mencionaron.
Un mes después de la reunión con vecinos de Fredriksson, los concejales olvidaron el compromiso asumido. El debate, las chicanas, los enojos, no fueron por la materialización de la palabra dada, de la responsabilidad asumida ante la gente.
¿Cuánto dura la memoria? ¿Y el olvido? ¿Cuánto dura?

Periodista/Fuente: Mariano Carreras