El miércoles 27 de marzo, integrantes de la Fundación Roque Vassalli presentaron ante el Concejo Municipal una solicitud para tratar la prohibición de la pirotecnia en la ciudad. A tal efecto, sus impulsores acompañaron la iniciativa con 2.000 firmas de vecinos y notas de diversas instituciones en acuerdo con el proyecto. En un comunicado, la Fundación explicó que “los riesgos de incendios, ruidos molestos, daños y lesiones a personas y animales, son los fundamentos principales que consideramos para llevar a cabo una campaña de concientización”.

“Recibimos a personal de la Fundación y nos trajeron para que evaluemos la posibilidad de la prohibición total del uso de pirotecnia, con un aval de 2.000 firmas de vecinos de Firmat. Además, han conseguido el consenso con los dos clubes más grandes de la ciudad. Esto va a demandar un trabajo expeditivo para poder regular lo que vaya a pasar este año y no llegar a las fiestas con el tema trabajándolo”, explicó el concejal del Frente Progresista, Emiliano Stenta.
En ese contexto, desde el bloque oficialista presentaron un proyecto que apunta a la regulación. “Es muy difícil llegar a la prohibición total de la pirotecnia, por lo difícil que resulta controlar la venta ilegal. Queremos seguir trabajando con los negocios de la ciudad, como lo hicimos a fines de 2012, junto a las instituciones y vecinos para ver cómo se puede festejar sin causar molestias a los vecinos”, apuntó Stenta. Y destacó que “va a ser importante una campaña de difusión, haciendo hincapié en los perjuicios de los estruendos”.

Por su parte, desde el Bloque de Corriente Renovadora consideraron que “es legítimo” el reclamo que está haciendo la Fundación Roque Vassalli para llegar a la prohibición total de la pirotecnia. Sin embargo, “no es una cuestión de oponernos a este planteo sino se trata de realismo. El elemento que más molestia ocasiona, tanto a los animales como a las personas es el de estruendo, no el lumínico. De este modo, el año pasado tuvimos la experiencia de llegar a un acuerdo con los comerciantes, para proteger esa industria local, que es de temporada, y tener en cuenta lo que dicen los especialistas sobre el tema”, planteó el edil de ese espacio político, Franco Stampone.
“Nosotros lo que decimos es que la prohibición total sería ilusoria, porque de no darse en un marco regional o nacional, la gente podría ir a una localidad a 10 kilómetros a comprar bombas de estruendo y las tiraría acá. Además, le generaríamos a la autoridad de control de la ciudad una imposibilidad de controlar todo eso. Lo más viable, desde Corriente Renovadora, es apuntar a la prohibición de los artículos de estruendo y permitir lo lumínico, pero regulado”, amplió Stampone. Y dio como ejemplo de control “que no se puedan tirar a determinada distancia de hospitales, geriátricos, o lugares donde alterar la paz generaría un inconveniente mayor. Y regular sobre todo lo que no es fechas festivas, por eso estamos buscando que haya controles durante el año lo que hace a festejos de clubes, escuelas, o acontecimientos privados”.


Movilizados

Vale recordar que la Fundación Roque Vassalli, junto con los integrantes del Refugio de Perros comenzaron a movilizarse es pos de este proyecto en diciembre de 2012. Por entonces se reunieron con concejales, integrantes del Ejecutivo municipal y con los dueños de comercios de venta de pirotecnia.
Los comerciantes expusieron que prohibir la comercialización no mejorará la situación ya que sólo provocaría que los interesados en usar pirotecnia traigan productos desde ciudades vecinas. Y también se hizo hincapié en la necesidad de mayor control de parte del Estado sobre los negocios no habilitados y a pedir a la población que denuncie a las personas que tiran pirotecnia estruendosa en lugares no adecuados.